
La presidenta del país, Michelle Bachelet, se desplazó ayer a la zona afectada, a 1.556 kilómetros de Santiago; allí fue recibida por dos fuertes réplicas, de 5,9 y 6,2. Junto a sus ministros del Interior, Salud, Obras Públicas y Vivienda y las autoridades de la zona anunció las primeras medidas paliativas.
El terremoto del miércoles causó dos muertos, unos 157 heridos y 15.000 damnificados, además de una destrucción aún no cuantificada en infraestructura y viviendas.
En Tocopilla, la ciudad más afectada por el seísmo y en la que la gente sufre aún escasez de agua potable, que es suministrada por camiones aljibes, Bachelet anunció la construcción de un nuevo hospital, a causa de los severos daños sufridos por el actual.
A primera hora de ayer comenzó a funcionar en Tocopilla un hospital de campaña enviado por el Ejército y desde Santiago se envió una primera partida de 500 casas prefabricadas, tras confirmarse que unas 4.000 viviendas de la ciudad-puerto resultaron con daños estructurales.
Similar a la situación de Tocopilla es la que afrontan las localidades de María Elena y Quillagua, donde también falta el agua potable y numerosas viviendas han sido derribadas o dañadas severamente.
Bachelet hizo un llamamiento a los habitantes de la zona a la “tranquilidad” y a organizarse, toda vez que “hay instituciones muy activas, que tienen planes de emergencia, y la gente debe comportarse de acuerdo a las instrucciones que esos organismos tienen”.
Las dos fuertes réplicas de 5,9 y 6,2 que tuvo que soportar la mandataria durante su visita
tuvieron su epicentro en el desierto de Atacama, a 47 y 46 kilómetros al noreste del puerto de Mejillones, a 37,8 y 35 kilómetros de profundidad, respectivamente. Las autoridades evaluaban ayer si se habían producido víctimas o daños a causa de estos nuevos seísmos. Mientras, la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) anunció que los Gobiernos de Argentina, Perú, Venezuela, Ecuador y Japón han ofrecido ayuda a los damnificados.
El Gobierno chileno, por otra parte, ha decidido decretar zona de catástrofe las localidades de Tocopilla y María Elena, además de Quillagua y otros poblados aledaños. La medida, según el ministro del Interior, Belisario Velasco, implica la agilización del “envío de recursos para cubrir las necesidades de la población”.