viernes, 16 de noviembre de 2007

Chile se reconstruye entre fuertes réplicas del seísmo

Mientras fuertes réplicas del terremoto de magnitud 7,7 en la escala de Richter que el miércoles sacudió el norte de Chile atemorizaban a la población y varios países ofrecían envíos de ayuda, el Gobierno chileno organizó ayer la reconstrucción en la zona devastada por el seísmo, uno más de una larga secuela.

La presidenta del país, Michelle Bachelet, se desplazó ayer a la zona afectada, a 1.556 kilómetros de Santiago; allí fue recibida por dos fuertes réplicas, de 5,9 y 6,2. Junto a sus ministros del Interior, Salud, Obras Públicas y Vivienda y las autoridades de la zona anunció las primeras medidas paliativas.

El terremoto del miércoles causó dos muertos, unos 157 heridos y 15.000 damnificados, además de una destrucción aún no cuantificada en infraestructura y viviendas.

En Tocopilla, la ciudad más afectada por el seísmo y en la que la gente sufre aún escasez de agua potable, que es suministrada por camiones aljibes, Bachelet anunció la construcción de un nuevo hospital, a causa de los severos daños sufridos por el actual.

A primera hora de ayer comenzó a funcionar en Tocopilla un hospital de campaña enviado por el Ejército y desde Santiago se envió una primera partida de 500 casas prefabricadas, tras confirmarse que unas 4.000 viviendas de la ciudad-puerto resultaron con daños estructurales.

Similar a la situación de Tocopilla es la que afrontan las localidades de María Elena y Quillagua, donde también falta el agua potable y numerosas viviendas han sido derribadas o dañadas severamente.

Bachelet hizo un llamamiento a los habitantes de la zona a la “tranquilidad” y a organizarse, toda vez que “hay instituciones muy activas, que tienen planes de emergencia, y la gente debe comportarse de acuerdo a las instrucciones que esos organismos tienen”.

Las dos fuertes réplicas de 5,9 y 6,2 que tuvo que soportar la mandataria durante su visita

tuvieron su epicentro en el desierto de Atacama, a 47 y 46 kilómetros al noreste del puerto de Mejillones, a 37,8 y 35 kilómetros de profundidad, respectivamente. Las autoridades evaluaban ayer si se habían producido víctimas o daños a causa de estos nuevos seísmos. Mientras, la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) anunció que los Gobiernos de Argentina, Perú, Venezuela, Ecuador y Japón han ofrecido ayuda a los damnificados.

El Gobierno chileno, por otra parte, ha decidido decretar zona de catástrofe las localidades de Tocopilla y María Elena, además de Quillagua y otros poblados aledaños. La medida, según el ministro del Interior, Belisario Velasco, implica la agilización del “envío de recursos para cubrir las necesidades de la población”.