Un avión de la aerolínea U.S. Airways con 155 personas a bordo cayó el jueves a las heladas aguas del río Hudson en las afueras de Manhattan, luego de que aparentemente chocó con una bandada de gansos, y funcionarios dijeron que todos a bordo fueron rescatados.
"Tuvimos un milagro en el Hudson", dijo en una conferencia de prensa el gobernador de Nueva York, David Paterson, llamando al piloto un héroe por aterrizar el A320 en el correntoso río.
"El piloto no obstante, sin ningun motor, fue capaz de aterrizar el avión (...) sin ningún herido grave", declaró Paterson.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, alabó al piloto por asegurar que todos a bordo, incluso un bebé, estaban seguros.
"El piloto hizo un trabajo magnífico al aterrizar el avión en el río y luego al asegurarse que todos salieran", indicó Bloomberg, haciendo notar que el piloto tuvo la suficiente calma para recorrer el avión dos veces luego de aterrizar para asegurarse que todos estuvieran afuera.
El piloto del vuelo 1549 era Chesley "Sully" Sullenberger de Danville, California, de acuerdo a su esposa, quien fue contactada por Reuters.
Sullenberger es un ex piloto de combate de la Fuerza Aérea con 40 años de experiencia de vuelo, de acuerdo al sitio de internet de una compañía de seguridad que él fundó.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por su sigla en inglés) dijo que estaba investigando reportes de que la nave chocó con una bandada de aves poco después de haber despegado del aeropuerto LaGuardia de Nueva York
Testigos vieron cómo la aeronave hizo un aterrizaje de emergencia en el río en medio de un nublado día helado.
US Airways dijo que 150 pasajeros y cinco tripulantes estaban a bordo del Airbus A320 que se dirigía a Charlotte, Carolina del Norte.
Poco después del despegue, el piloto dijo por radio a controladores de vuelo que había chocado con pájaros a pocos kilómetros del aeropuerto, declararon fuentes de servicios de orden público.
Mark Wilkinson, un piloto comercial que esperaba despegar desde LaGuardia poco después del accidente, dijo que el controlador en tierra le dijo que un ave había sido succionada por una turbina del avión luego del despegue.
Wilkinson dijo a Reuters en un correo electrónico que había varios gansos cerca de las pistas.
Un pasajero dijo a Reuters que se escuchó un sonido como de una explosión pocos minutos antes de que el avión cayera.
"El motor explotó. Había fuego por todas partes y olía como a gasolina", contó a Reuters Jeff Kolodjay, de Norwalk, Connecticut.
El piloto anunció que el avión estaba cayendo y advirtió a los pasajeros que se prepararan para el impacto. Luego de que la aeronave aterrizó en el agua, Kolodjay contó que vio que "la gente estaba sangrando. Chocamos con el agua muy fuerte. Fue aterrador".
"Hay que darle el crédito al piloto, hizo un aterrizaje sensacional", agregó Kolodjay, visiblemente afectado por su experiencia.
El piloto maniobró la aeronave en el turbulento río, cuya corriente va hacia el oeste de la isla de Manhattan.
Kolodjay dijo que él y otros brincaron hacia los botes salvavidas y fueron rescatados allí.
ATERRIZAJE EXTRAORDINARIO
Antes de que llegaran botes de la policía, cerca de ocho grandes embarcaciones y barcos de servicios de taxis acuáticos acudieron rápidamente para rescatar a los pasajeros, algunos de los cuales hicieron fila en las alas del avión, que estaban medio sumergidas, usando chalecos salvavidas.
Expertos en aviación comentaron que el aterrizaje de un jet comercial en agua sin que el avión se rompiera en varias partes fue extraordinario.
"Un aterrizaje en el agua es típicamente aún más destructivo que un aterrizaje en tierra. Es increíble que un jet Airbus pueda aterrizar en un río sin romperse", destacó Max Vermij, un investigador de accidentes de aviación del Accident Cause Analysis de Ottawa, Canadá.
El experto especuló que el avión podría haber chocado el agua a una velocidad de unos 140 nudos. "Típicamente las alas y los motores explotarían por el impacto, el agua entraría al jet y rompería el fuselaje", afirmó.
En el hospital Roosevelt de St. Luke en el centro de Manhattan, arribó una pareja de ancianos que aún tenía puesto su chaleco salvavidas.
El empleado de Thomson Reuters Alex Whittaker, quien estaba en la sala de conferencias en el piso 22 del edificio de la compañía en Times Square, narró: "Vi al avión volando muy bajo, pero bajo control, cayó en el agua. Luego que se despejó estaba flotando".
"Las puertas se abrieron y pudimos ver botes salvavidas y pudimos apenas ver a poca gente saliendo del agua", agregó.
El vuelo 1549 se dirigía a Charlotte, Carolina de Norte.
Nick Prisco estaba conduciendo en la autopista sobre el río cuando vio el incidente y se detuvo.
Como a muchos en una ciudad que vivió los ataques del 11 de septiembre, ver a un avión volando muy bajo inmediatamente les revive recuerdos de los aviones secuestrados en el 2001 que chocaron contra edificios en Manhattan.
"Esto fue rarísimo, fue surrealista. Pensé que era un ataque terrorista", contó a Reuters.
Una portavoz del Departamento de Seguridad Nacional en Washington dijo que no había indicios de que este incidente era resultado de un ataque terrorista.
La FAA dice que el impacto de aves y otros animales salvajes con aviones causa anualmente más de 600 millones de dólares en daños a la aviación civil y militar estadounidense y que más de 219 personas han muerto en el mundo como resultado de estos incidentes desde 1988.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte investigará el accidente y debería ser capaz de determinar la causa a través de la inspección de los motores de la nave y del análisis de la grabación de la cabina.
REUTERS America Latina