miércoles, 28 de enero de 2009

Raúl Castro visita Rusia para recuperar los lazos con el antiguo aliado

El jefe de Estado cubano Raúl Castro llegó este miércoles a Moscú para una visita oficial de una semana que tiene una importante carga simbólica por el enfriamiento de las relaciones bilaterales que siguió a la caída de la Unión Soviética.

Castro estará en Rusia hasta el 4 de febrero. Su visita es la primera de un presidente cubano desde 1987, cuando su hermano Fidel asistió a las ceremonias del 70º aniversario de la Revolución rusa.

"Esperamos que nuestras relaciones se desarrollen y fortalezcan en el futuro", dijo Castro en una entrevista concedida a la agencia rusa Itar-Tass.

El líder cubano aprovechó para recordar el apoyo cubano a Rusia en su oposición al proyecto de Estados Unidos de desplegar un escudo antimisiles en Europa del Este y criticó la diplomacia de Washington.

"Cuba y Rusia defienden activamente la idea de un mundo multipolar (...) y nosotros, como muchos otros, juzgamos que el renacimiento de Rusia es un factor positivo", dijo el dirigente cubano.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, en una entrevista publicada en la página en internet de su ministerio, dijo que esperaba que se firmen "toda una serie de documentos" durante la visita, principalmente en los campos "económico-comercial, financiero, de inversiones y de la cultura".

El líder cubano mantendrá el jueves conversaciones informales con el presidente ruso Dimitri Medvedev en la residencia presidencial de Zavidovo, en las afueras de Moscú, que el Kremlin suele reservar a sus invitados más importantes.

El viernes, los líderes se reunirán, esta vez de forma oficial, en el Kremlin, donde se espera que firmen una serie de acuerdos de cooperación, afirmaron responsables del ministerio de Relaciones Exteriores.

Según las mismas fuentes, el presidente cubano no planea por el momento realizar una gira por el país.

Los observadores no creen que esta visita, anunciada hasta el 4 de febrero, de pie a una alianza estratégica comparable a la de antaño, cuando los soviéticos destinaban miles de millones de dólares a sostener al régimen castrista.

"Ese tipo de relaciones no se pueden repetir. Deberían ser más racionales y pragmáticas", explicó a la AFP Vladimir Davidov, director del Instituto Ruso de América Latina.

El viceprimer ministro Igor Sechin, que en noviembre realizó su tercera visita a La Habana en unos meses, presentó como "histórica" la visita de Raúl Castro.

Sechin destacó que es su segundo viaje oficial al extranjero (después del efectuado en diciembre de 2008 a Venezuela y Brasil) desde que en julio de 2006 sustituyó a su hermano. Las relaciones entre ambos países se han estrechado desde este traspaso de poderes.

"Cuando a veces nos dicen que Rusia abandonó a suerte a Cuba hace 20 años, yo no puedo estar de acuerdo", aunque, "naturalmente, Cuba se encontró privada de la ayuda que le suministraba antes la URSS", expresó Sechin, citado en la prensa.

Ilustración de un regreso ostensible al Caribe que, oficialmente, tal como repiten hasta la saciedad los responsables en Moscú, no va contra "ningún tercer país" --entiéndase Estados Unidos--, numerosos dirigentes políticos de alto rango, empresarios e incluso dignatarios religiosos rusos han desfilado estos últimos meses por La Habana.

El punto culminante fue la visita en noviembre de Dimitri Medvedev, la primera de un presidente ruso en ocho años, en el marco de una gira por Latinoamérica durante la cual se reunió con Raúl Castro y con su hermano Fidel.

Sin olvidar, en diciembre, la escala en la isla de tres buques de guerra rusos, sin precedentes desde el hundimiento de la URSS a finales de 1991.

Fidel Castro denunció con vehemencia en 2001 la decisión unilateral del entonces presidente Vladimir Putin de cerrar una base de escuchas instalada desde 1964 en Lourdes, en las afueras de La Habana.

Desde entonces se ha iniciado un giro radical con la voluntad de desarrollar las relaciones económicas en sectores tan variados como los hidrocarburos, la extracción de níquel, la industria farmacéutica, biotecnologías, telecomunicaciones, informática y turismo.

La cooperación en materia de defensa prosigue en paralelo y numerosos equipamientos del Ejército cubano son de fabricación soviética.

En cambio, Moscú no necesita ahora tener bases militares permanentes ni en Cuba ni en Venezuela, afirmó en diciembre el primer ministro Vladimir Putin, que no excluyó esa hipótesis en un futuro.

En 2006, Rusia decidió asimismo congelar la espinosa cuestión de la deuda cubana contraída en la época de la URSS, más de 20.000 millones de dólares según Moscú.

AFP