Aunque Lima respiraba ayer calma tras la partida de los presidentes al finalizar la cumbre eurolatina, la estela de tensión que surgió desde el pasado 1.º de marzo, cuando Colombia atacó un campamento guerrillero en suelo ecuatoriano, lejos de disminuir se ha acrecentado, sobre todo entre Venezuela, Ecuador y Colombia.
Los efectos incluso traspasan la frontera suramericana y han salpicado a países centroamericanos como El Salvador —por los vínculos de las FARC con el FMLN— Costa Rica y Nicaragua.
El que la Policía Internacional (INTERPOL) haya certificado que la computadora, el disco duro y las memorias de almacenamiento in cautadas tras ese ataque y la muerte del segundo al mando de las FARC
La nota de protesta girada por Venezuela ante una presunta incursión del ejército colombiano en Apure, territorio venezolano, será investigada, dijo ayer el presidente Álvaro Uribe.
“Acabo de conocer la nota de protesta del Gobierno venezolano, si es cierto, vamos a pedir disculpas, si no es cierto, daremos explicaciones”, afirmó.
Aclaró que Colombia no es ni será un país belicista, pero “nos revelamos contra el terrorismo y vamos a derrotar el terrorismo, que tanto nos ha hecho sufrir”.
Añadió que su gobierno no rechaza las notas de protesta, si no que las estudia a profundidad, con el ánimo de tener las mejores relaciones con sus vecinos.
Fuente: Laprensagrafica.com